El refuerzo, el gran olvidado
- Elena Mayoral
- 30 oct 2018
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 1 nov 2018
Hemos oído hablar en incontables ocasiones sobre ello. Es posible que tengamos alguna idea de su significado y cómo se aplica en algunas circunstancias, pero ¿realmente sabemos lo que es y para que se puede utilizar?
Con la expriencia y contacto con la gente me he dado cuenta que el refuerzo es más desconocido y menos utilizado que el castigo. Es una pena que utilicemos menos el refuerzo porque realmente si lo aplicamos adecuadamente, no es necesario acudir al castigo con la frecuencia en la que lo hacemos.
¿Qué es el refuerzo?
Es todo aquello que nos gusta, que nos resulta placentero.
Tipos
Existen multitud de maneras de clasificarlos. Personalmente me gusta dividirlos en dos tipos:
UNIVERSALES: un ejemplo es la comida, es un refuerzo universal porque todos para vivir necesitamos comer y si tienes hambre, que te den comida es realmente placentero.Otros ejemplos serían, el juego, el sexo, etc.
CONCRETOS: otros son específicos de cada persona, es decir, el refuerzo es motivante o no dependiendo de cada individuo. Lo que para unos puede ser reforzante, para otros puede ser un castigo. Por ejemplo, un partido de fútbol muy esperado, para aquellos a quienes les guste el fútbol pueden dejar incluso responsabilidades de lado para ir a ver el partido, por lo reforzante que resulta. Sin embargo, para los que no les agrade el fútbol, el verse obligados a verlo sería sin duda un castigo.
Somos capaces de realizar grandes esfuerzos para obtener determinados refuerzos, o si no... ¿quién iría a trabajar madrugando muy temprano si no obtuviera a final de mes el refuerzo de un sueldo?
¿Para qué sirve el refuerzo?
Principalmente para APRENDER. Si queremos que nuestros hijos, nuestra pareja e incluso nosotros mismos adquiramos un aprendizaje nuevo, la mejor manera de implantarlo es recurriendo al refuerzo. Por ejemplo, si a tu pareja le comentas positivamente y halagando que te gusta una determinada forma de preparar una comida y que lo está haciendo como te gusta, es más probable que incorpore en su forma de cocinar dicho procedimiento.
El refuerzo sirve para MANTENER comportamientos, tanto si nos gustan como si no, y esto es realmente útil. Ya que si el reforzador es lo suficientemente motivante, podemos realizar muchos comportamientos que nos cuestan. Por ejemplo, estudiar durante un curso, sacando buenas notas esperando así obtener una beca que te permita estudiar lo que te gusta, o que tus padres por esas notas te paguen el viaje de verano que tanto deseas.
Todos nos regimos por estas normas, si nos paramos a pensar la mayoría de nuestras acciones se guían porque de algún modo obtenemos un refuerzo.
El refuerzo positivo y negativo.
El refuerzo que suma algo positivo a nuestra vida, del que hemos estado hablando, se llama precisamente refuerzo positivo. Porque suma aquello que nos resulta agradable, ese premio que hace que dediquemos nuestro esfuerzo a conseguirlo. Es el que más conocemos y aplicamos.
Pero existe otro refuerzo denominado negativo. Es aquel que de algún modo nos “quita” algo que no nos gusta, por ejemplo, si terminas el proyecto a tiempo y te “libras” de ir a la reunión incómoda con tu jefe. O como cuando los niños por comérselo todo se "libran" de recoger los platos.
Este tipo de refuerzo personalmente lo denomino “nuestro mayor enemigo” porque muchas conductas que inmediatamente son reforzantes negativamente, a largo plazo no lo son, e incluso nos hacen daño. Por ejemplo, una persona que tiene ansiedad, el no salir de casa es un refuerzo negativo, porque evita el tener que enfrentarse a sus miedos y eso le alivia, pero a largo plazo, lo más probable es que desarrolle más miedos, tenga más ansiedad e incluso entre en depresión. Hay que prestar atención a este refuezo, mirar si en nuestra vida hay acciones que nos hacen daño, pero se mantienen por el placer inmediato. En otro post hablaré más ampliamente sobre este tema.

Así pues, como hemos comentado reforzar es muy importante, puesto que nos impulsa y nos orienta. Es un gran motor de aprendizaje que no se le da el uso que podría dársele. Tanto con nosotros mismos, como con los demás.
Una persona que ha sido frecuentemente reforzada es más probable que posea una mejor autoestima. Y sabemos lo importante que es eso para tener una buena calidad de vida.
En el próximo post sobre reforzar: pautas efectivas, hablaré más sobre cómo podemos reforzar de una manera más efectiva.
GRACIAS POR LEERME, NOS VEMOS EN EL SIGUIENTE POST
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